Tiempos extraños

Vivimos tiempos extraños, donde una palmada en la espalda se valora más que un sincero abrazo de hermandad. Donde el llanto de un niño en la noche desgarrador no nos recuerda a nuestro propio invierno en el corazón. Donde la luz que se filtra por las ventanas apenas alcanza a calentar una esquina de nuestra alma aterida. Donde la fuerza de un hombre se mide por lo que aguanta no por lo que es capaz de dejar atrás. Donde no es fácil entender qué oculta una mirada que se esconde tras el miedo y la sumisión. Donde quién más arriesga es tenido por loco, y por cuerdo el que calienta el sillón ensimismado enfrente de una caja tonta. Donde la palabra Amor se ha convertido en un sumidero de sentimientos espúreos y banalizados. Donde el viento del orden mundial único no deja de adormecer conciencias y castrar sus facultades. Donde un "dame ahora" tiene más valor que un "confía y entrega".