Perdón

Saludable ejercicio éste que os propongo y me propongo hoy. Tan necesario como el respirar si es que queremos abordar con garantías la sanación real de nuestra mente. Y por supuesto comencemos por nosotros mismos. Intentemos no caer en el engaño de considerar que sólo es a nuestro hermano al que hay que perdonar. Cuando dejemos de proyectar nuestra culpa sobre él, nos será más fácil apreciar la inocencia de su ser, e igualmente del nuestro. Así, hasta llegar a la revolucionaria verdad: en realidad nada hay que perdonar! Solo queda pues liberarse y liberar a los demás de la pesada carga que arrastramos tras tantos siglos de ignorancia y olvido. Una advertencia: vigila que no sea el ego el que perdona, pues éste siempre va a hacer real el error que ve fuera, (paciencia con él, tratado con cariño no es tan fiero).

Lynne McTaggart

Aunque no son recientes, de la mano de Enric Corbera me han llegado últimamente dos referencias bibliográficas que creo muy interesantes y que quiero compartir. En la primera, "El campo" (2001), más allá de la física tradicional, e incluso más allá de la cuántica más ortodoxa, la autora se adentra en novedosas concepciones de la relación del hombre y la materia y de su influencia mutua, postulando un continuo intercambio de energía entre partículas. Como continuación a estos trabajos, aparece "El experimento de la intención" (2006), donde se aborda cómo el poder del pensamiento puede afectar la realidad del observador. Como se puede constatar una vez más la auténtica información siempre acaba apareciendo, (no sólo la intoxicante y parcial), sólo hay que querer llegar a ella.

Escuchar

No busques oír lo que a tu alrededor transcurre, antes bien escucha reposado lo que entre tus costuras se va tejiendo, en la sombra muchas veces ignorado, hasta que la luz de su estallido cubre tu horizonte y lo transforma. Quieras o no entre tus manos un destino cada segundo vas alumbrando, ignorante o no sus mimbres vas uniendo, ¿no sería mejor entender para qué tus pensamientos, su tiempo en él ocupan?.

Hoy

Que hoy no busquemos donde no hallaremos más que dolor y sueños pesarosos. Que hoy podamos vislumbrar quien es el que anima tan afanosa pérdida de esfuerzo y tiempo. Que hoy sintamos porqué necesitamos detener esta penosa huida hacia la nada en la que estamos embarcados. Que hoy no protejamos nuestros ojos del brillo inmaculado de un corazón valiente. Que hoy consigamos apartar del cuerpo la atención constante, y mientras sostenemos el ánimo del hermano doliente, acercarnos presurosos a disfrutar de lo que promesa envenenada nos quisieron vender, cuando siempre fue nuestro origen, camino, y destino en solo un instante.