¡Animo!

Vengo de tiempos pretéritos, cuando la luz apenas se extendía sobre esta tierra, inviernos de orfandad asolaban el género humano, apenas existía cercanía de eternidad, cielos atravesando veloces mientras gritos en la penumbra invitando a la devastación, nada queda sin su doble, nada permanece inquieto tras las nubes, como girones de vértigo asaltando toda la búsqueda estéril de un alma pura. No existía la fuerza de los hombres en la vieja edad de la tiniebla sangrante, poder de la sombra cerca del alma de las cosas, todo es espesura. Vine pues a caminar contigo, atravesando páramos de silencio apenas recobrada la dulzura en la mirada, ya no puedes ser el mismo que un día renació al hondo abisal. Quién te acerca a los cánticos de las hadas y los elfos, a sus cristalinos sones, quién te invita al fuego sagrado donde los faunos danzan  y todos unidos santifican la naturaleza y sus misterios. Vamos pues a lo más intenso, regresa a la única esencia, ten valor de explorar las fuerzas que te asisten, no caigas ahora al comienzo de tu aventura, ensimismado en latente vocación de amante del Amor.