martes, 25 de junio de 2013

Viniste

Al sentir que en mi te buscabas te acercaste, y ya no supe cómo vivir si la mirada no posabas. Pude retenerte y no saciar la invitación que en mi ventana la soledad dejaba, ardías y cuando mi alma no quemabas tuyo era,  pues desde siempre a renacer me invitabas. Allí entre tus brazos mi fuerzas tanteaba, roca y almena tu sombra me abrigaba,  mío sentía un amor que no esperaba. Lo inmutable cambiar,  resultados quería de tan grave desatino, perfección para mi escondida, su luz no podía acompañar una vida aun escindida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario