Trascender este cuerpo neutro que acompaña, comprendiendo cómo la mente santa va creando lo que necesita experimentar a través de él. Dar las gracias y pedir la inspiración del Espíritu que nos guía, mientras seguimos integrando el camino que aprensuran nuestros pies con las huellas de Aquel que hace dos mil años nos enseñó a buscar el Reino en los ojos del hermano. Somos llamados a recordar la verdadera unión, la fuerza de su comprensión nos toma de la mano y la tiende al Universo en generosa entrega que no tiene fin, pues no tuvo principio. Vamos hoy a contemplar lo que por derecho se ha legado, nuevos mundos aquí al lado, sombra intuida, amor aun anhelado, estrellas primorosas que siempre brillaron aunque el día y su sol su magia sentir no nos dejaron.
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