Ayer vi a una persona echar una carta en un buzón de correos. Tan vanal gesto despertó sin embargo en mi cierta perplejidad por lo inusitado de su observación, algo antes tan habitual y que hoy con los medios electrónicos va quedando obsoleto. Y enseguida hice una trasposición: hemos sustituido una forma "natural y personalizada" de estar en contacto con.... ¿el mundo que nos rodea? ¿nuestros hermanos-as? ¿nosotros mismos? por otra donde el artificio y la insensibilidad quizá sean los protagonistas. Concluí intentando recordar cuándo fue la última carta manuscrita que recibí que no fuera en Navidad, y no pude.
No hay comentarios:
Publicar un comentario