Apenas repuestos del susto tremendo de l terremoto en Japón y su devastación, nos asalta día sí y día tambien, el tema de los reactores dañados en la central nuclear de Fukushima. Lo que me lleva al tema quería tratar: el miedo.
Tan básica emoción en el ser humano ha sido a lo largo de la historia bien estudiada. A través del miedo es posible acceder a la suma de las voluntades de muchísimas personas en distintas partes del mundo. ¿Qué se busca? Ah.... lo que tantos han ansiado a lo largo de los tiempos: EL CONTROL. Esto es puro y duro lo que interesa a determinados poderes fácticos, ahora y en el pasado. Los Gobiernos, la Iglesia, los medios de comunicación, las multinacionales... Todos son potencialmente detentadores de poder sobre la masa y lo que es peor, ellos lo saben.
Cuán duro es crear conciencia crítica en este mundo de hoy, a contracorriente de tantos y tantas, buceando en la realidad de las cosas, sin etiquetas, sin filias ni fobias, sin negar nada a priori, no quedándose en el vestíbulo de los temas. Abstraerse del temor significa apostar por la verdad, se encuentre donde se encuentre, la detente quien la detente, nos conduzca a donde sea.
Invito con esta primera misiva a no ser un número más, a no dejarse atrapar por el seguidismo ni la mediocridad, a ser parte de la solución no del problema, a confiar que en nuestras manos tenemos algo demasaido importante como para dejarlo en ciertas manos...
"Nada da más valor al miedo que el miedo de los demás". (Umberto Eco)
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