lunes, 10 de junio de 2013

Vienes

Vienes a mi pesarosa y me preguntas quién pecó. Yace tu mundo entre las cenizas y la duda y remueves entre el pasado inverosimil y sus carcomidas sombras. Ansías otro mundo de certezas cuando ya el propio te ha revelado lo que oscurecido creías entre tus días escondido. ¿Quieres seguridad cuando ya en tus manos estuvo impresa siempre la verdad?  Criatura de los cielos, entre la paz de tus claridades en el corazón de tu ser inmortal anida la joya, caminando en tu sendero su luz es nuestra luz, no es tu tiempo un momento desde el infinito comprendido, es el ahora que te reclama para combatir la tibieza, la tristeza y la soledad que crees reales porque poder les diste.  Ven y ocupa tu lugar sagrado en la Hermandad de los despiertos y con ellos concluye lo que un día elegiste ilusionada pues nada existe que alejarte pueda del Amor y su llamada.

2 comentarios:

  1. No sólo eso.
    La ignorancia de nuestra inocencia, obstaculiza la visión de este personaje observado.
    Cuando creemos que lo que vemos es real, nuestros sentidos y nuestra mente hacen que lo confundamos con la Verdad. Más la Verdad es única y en ella todo es liberador

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