Niña

La niña que fuiste sigue preguntando por qué el mundo gira y nadie lo empuja. El tiempo que crees pasado te visita cada día y te lastima. Riendo dejaste las ilusiones aparcadas tras enjambres de besos sin destino que el viento dispersó. Aun recuerdas que en aquellos días brillaba la canción que tu corazón entonaba, alabanza cierta de lo que nadie rehuía y  a todos rodeaba. ¿Dónde fue aquella pasión y su magia que sin pausa manaba? Nuevas alas acuden hoy a tu llamada pues nuevos son los desafíos que en el horizonte tu ser dibuja y te reclama. Deja que otros entierren  a los que siguen sonámbulos abrigados al miedo y al camino cierto de la fosa. Nada queda en ellos para ti, pues tu luz ya apunta la diana para traer el paraíso a tu despertar cada mañana. Confía y busca en tus hermanos que se prestan a ser mi voz y mi mirada, el poder que no exige y la sabiduría que no acaba, pues tu amor necesito y aunque siempre fue mío, otros lo requieren para caminar hacia el infinito.