jueves, 2 de mayo de 2013

Llegaste

Llegaste furtivo a mi mañana. Apenas asomaba el amanecer en la ventana y ya quisiste de valor llenar mi ser que dormitaba, a quien en su corazón aun no estaba, y ni siquiera sentía que de él vivía ausente. Cuando la voz ya se alejaba pude reunir valor para atender lo que dejaba, un cielo entre mis sábanas visionando, nadie puede comprender porqué no me sanaba. No soy digno de tu mirada si antes no entiendo que ya es la hora señalada, todo lo que mis manos atesoran es poderosa llamada encendida, pues por los caminos ya encuentro a quien antes anhelaba y hoy es espejo cierto.

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