viernes, 29 de marzo de 2013

Tiempo

Tiempo de recogimientos procesionales, vía crucis, Pascua, Ben-Hur en la tele... Tiempo de descanso, turismo, torrijas, ... Todo es perfecto, pues nada puede no serlo a los ojos de Dios. Somos nosotros  y nuestra miope visión egoica los que entorpecemos nuestro propio caminar. Ahora como siempre, es tiempo de despertar, pues como nos dice el Génesis, desde que Adán cayó en un profundo sueño parece que aún no ha despertado. Despertar significa recordar, ya que nada nuevo hay que aprender, ha estado siempre con nosotros, incorporado a nuestra alma mientras asistía a incontables renacimientos. Desde esta materia que nos rodea, tan irreal como lo que sustenta, nos llegan innumerables voces que buscan acallar el llamado de nuestra esencia. De cada uno depende dejar ahogar o no esa pureza, esa verdad, esa luz, nuestro es el conocimiento, nuestra la responsabilidad.

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