Noche abisal

No se me ocurre mejor título para definir una de esas noches de insomnio que de vez en cuando me asaltan. Inacabable en su letanía de horas, de minutos, de segundos, su pesada carga te va hundiendo más y más en un carrusel de desazón y de agobio. Otras veces, las menos, intento ser consciente de que la ocasión merece una reflexión sobre su pertinencia en ese día (no casual claro), e intento buscar los para, porqué, quién y cómo. He de decir que me sorprendo gratamente a mi mismo cuando acurrucadas entre las sábanas van llegando respuestas, más o menos coherentes, más o menos clarificadoras, más o menos solicitadas. Y hete aquí que, mal que me pese, ¡debo dar las gracias por la otrora infame sesión de insomnio! Ya se sabe que de todo se saca cuenta, lo que importa es cambiar el enfoque y aprender que  "allá donde vayas, con lo que tengas, siempre puedes hacer algo". O dicho de otra forma, "si la vida te da sólo limones, acéptalo y disfruta de una buena limonada".