Carl Honoré, uno de los principales teóricos de la Filosofía Slow, sostiene que la hiperactividad actual nos lleva a dedicar nuestras energías a otras metas que nos hacen olvidar las cosas importantes de la vida. El virus de la prisa se ha convertido en epidemia mundial. Hay que reducir la marcha y buscar el tiempo justo para cada cosa, saboreando cada momento y priorizando lo imprescindible. Ahí van algunas de sus recetas:
-No dejes que tu agenda te gobierne.-Pasa tiempo a solas, contigo mismo, escuchando tu voz interior y meditando.
-Si puedes escucha música con calma, en vez de quedarte frente al televisor porque sí.
-Escribe un ranking de prioridades, si lo primero que pones es el trabajo algo anda mal, revísalo.
-Escucha los sueños de la gente que amas, sus miedos, sus alegrías, sus fracasos, sus problemas.
-Recuerda que la conversación y la compañía silenciosa son los medios de comunicación mas antiguos que existen.
A modo de conclusión que no se nos olvide: "vivir deprisa no es vivir, es sobrevivir"
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