Hoy me acerco a mi rincón con el ánimo sombrío y las fuerzas menguadas. Recientemente la "parca" ha girado visita a mi realidad, dejando su brutal aliento de certeza en el entorno familiar de una amiga querida. Reflexiones podrían hacerse a montones en ocasiones como ésta, cada una tan válida como la óptica personal que uno emplee en definirlas. Yo me quedo con aquella que hace que me aferre más a la convicción de tener entre manos una existencia que, aunque sabemos caducable, estoy obligado a apurar minuto a minuto exprimiendo cada gota de alegría, cada lágrima de emoción, cada abrazo dado/recibido, cada palabra de aliento, cada amanecer, cada te quiero. Sólo así la visita de esta "señora" me encontrará cada vez un poco más preparado para afrontar el desafío de su presencia, hasta que un día, pronunciando mi nombre, pueda embarcar al fin animoso junto a ella, ligero ya de todo equipaje.
Descansa en paz Rafa, compañero.
"No tengo miedo a la muerte, es sólo que no quiero estar ahí cuando suceda" (Woody Allen)
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